Bitácora es una especie de armario que se encuentra en algunas embarcaciones. Se trata de un instrumento que se fija a la cubierta, cerca del timón y de la aguja náutica, y que se utiliza en la navegación en mares y océanos desconocidos.

En la antigüedad, este artefacto solía incluir un cuaderno donde los navegantes relataban el desarrollo de sus viajes para dejar constancia de todo lo acontecido y la forma en la que habían podido solucionar los problemas. Este cuaderno se guardaba en la bitácora para protegerlo de las adversidades climáticas y ante las vicisitudes del viaje.

Y al parecer, la etimología de la palabra remite justamente a una especie de habitáculo. En efecto, según El diccionario etimológico de la lengua castellana de Joan Coromines el término se atestigua por primera vez en 1538 (bitácula) para referirse a una “especie de armario inmediato al timón, en que se pone la brújula”, aunque es posible que a principios del siglo XII hubiese tenido una connotación eclesiástica. Tomado a préstamo del latín habitacŭlum “casa pequeña”, probablemente pasó por el francés bitacle, habitacle “vivienda” y “bitácora”.

Con el tiempo, el término pasó a asociarse casi exclusivamente al cuaderno perdiendo paulatinamente el vínculo con el armario donde este se guardaba y se extendió a otros ámbitos.

En la actualidad una bitácora es un cuaderno o publicación que permite llevar un registro escrito de diversas hechos o acciones. Su organización suele ser cronológica para que la revisión de los contenidos anotados sea más ágil e inmediata. Investigadores y científicos a veces llevan una bitácora a lo largo de sus investigaciones para documentar todas sus etapas y compartir sus experiencias con otros especialistas. Un rasgo típico de las bitácoras es que de ellas no suelen arrancarse hojas o borrarse contenidos; si se llega a cometer algún error de escritura o lo que sea, de hecho, deberá hacerse una llamada con una errata explicándolo. Esto se hace porque se considera que aquello que en un momento puede ser considerado erróneo en el futuro puede servir para resolver el mismo u otro problema.

Más allá del ámbito científico y de la investigación, fue con la llegada de Internet que la bitácora – bien en cuanto tipología textual bien en cuanto palabra – consiguió una gran difusión, gracias al desarrollo de los weblogs o blogs, que son bitácoras virtuales que se publican en la red. Los blogs recopilan información de todo tipo y pueden ser escritos por uno o más autores. Este tipo de bitácora suele aceptar la participación de los lectores a través de comentarios y opiniones. Y, como ya hemos apuntado en nuestro artículo de presentación, es justamente esta la característica con la que esperamos que el blog de Tinta Hispana llegue a contar: la retroalimentación asidua y constante de nuestros lectores.

Síguenos en las redes sociales

Etiquetas: , , , , ,

Leave a Reply