José García Serrano

 

DELFINES NARANJAS

Je sais aujourd’hui saluer la beauté.
Arthur Rimbaud

En el refugio de la infancia
comienzo mi amada biografía
arremolinada con alquitrán rizado
como el crecimiento de mis pelos
acompasados con los años.

Fue este el día
en que saltaron las poesías
como delfines naranjas
sobre el pecho marítimo
de la escritura.

En mi choza de agua
gotean híbridas lágrimas de plomo
que caen alargándose por los huesos
de mis dedos en un saludo tan
eléctrico como el deseo
y el conocimiento de Rimbaud
al saludar a la belleza.

 

 

 

A LEONARD COHEN

Ya descansas, Poeta, tu alma viaja por los trastes de la escalera, tu voz dura de dolmen, tus agujas de lluvia cosiendo versos de tulipán y lirio ahogado, en plena calle, estabas preparado Señor, buceando en el aire, silbando a las preciosas mujeres del reino de nadie. Reposa el mito y explota el misterio, si estás más allá, más allá, mucho más allá de la gran curva del cielo, quizás tumbado junto a Walt y las hojas de hierba mirando más allá, más allá, mucho más allá de la alegría y el dolor de tu cántico. Te recito con dolor esta antífona de vida y también de muerte sabiendo que tu epitafio es una gran puerta donde están todas tus canciones con el cincel de los años y las agujas de vinilos que marcaron las horas en las íntimas circularidades de nuestras oscuras intimidades. Descansa en Paz Poeta Zafiro enlutado, el más elegante, ensanchado por el torbellino de las estaciones y los años. Tu voz es la gruta de los versos santos. Ahora puedes saludar a Lorca más allá, más allá, mucho más allá de libros y del duro estaño. "You want it darker", ahora y siempre, amén hoy y este año, Aleluya inmortal de tus labios.

 

 

DOGAL

Soy lo mismo a rodajas:
una pena en lonchas.
Pero hoy he nacido
con unas ganas locas
de aferrarme a la vida.

 

 

MI ABUELA PUNKY

Mi abuela era una reina del punk.
Todos los domingos se veía tres misas en La2.
Por la noche magdalenita con Colacao,
a veces la veías con un arcoíris de rulos en la cabeza.
Los espaguetis, las migas, los paracaidistas verdes
bajando por la ventana.
Y sus tesoros:
Un vino con la cara de Aznar
que con una copa
te salía bigote.
Una estantería con las fotos de sus nietos,
sus pajaritos, sus flores y el diploma de mi abuelo.
Mi abuela era una reina del punk,
le quedaba poco en el hotel,
así que recogió las toallas,
habló con sus hijas,
amontonó las sábanas,
Llamó a sus nietos,
las ató todas
y se tiró haciendo rápel por la ventana.

 

 

 

José García Serrano nace en Valencia en 1993. Graduado en Lenguas Modernas y sus literaturas por la Universitat de València con el máster en Estudios Hispánicos Avanzados en la misma universidad. Su trabajo de final de Grado es una traducción al español del libro Stato di quiete de Pierluigi Cappello. Actualmente combina la docencia con la escritura y la pintura. Desarrolló junto a un grupo de escritores y escritoras de Valencia “Zoe Revista Literaria” y ha colaborado de forma intermitente en distintos proyectos teatrales.

 

 

 

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