Compartimos con vosotros el tercer relato del proyecto “Cuentos guatemaltecos”, en colaboración con el Profesor Stefano Tedeschi y el Dipartimento di Studi Europei Americani e Interculturali de la Univesidad La Sapienza, en el que os presentaremos nueve cuentos de autores guatemaltecos contemporáneos, en versión española e italiana, traducidos por los estudiantes de maestría en Scienze linguistiche, letterarie e della traduzione. Es una oportunidad para conocer una narrativa viva y rica que se manifiesta en las más variadas formas del cuento.

Julio Calvo Drago nace en Ciudad de Guatemala en 1969. Es una figura multifacética: es escritor, editor y también ha trabajado como periodista, diseñador y publicista. Empieza a escribir desde joven, participando en varios certámenes literarios y, en 1998, gana el premio de cuento Bancafé-El Periódico por su relato de ciencia ficción Megadroide Morfo-99 contra el Samuray Maldito; aunque no se considere exclusivamente un escritor de ciencia ficción, es uno de los pocos autores guatemaltecos que aborda este género. Sus obras, en particular El retorno del cangrejo parte 4 (2001), al que pertenece este relato, están influenciadas, en el estilo de escritura, por la música rock europea y norteamericana. También su pasado en el mundo de la publicidad y del diseño tiene una evidente influencia en sus trabajos. Sus textos representan la realidad guatemalteca de una forma original vanguardística. Además de escribir para un público adulto, escribe también para los más jóvenes yactualmente trabaja como escritor y editor.

 

 

ELEGÍA DE ADOLESCENTE ROQUERO POST-TECNO-ALTERNATIVE-GRUNGE ANTE LA MUERTE DE SU ÍDOLO, ES DECIR, SU HERMANO MAYOR

Julio Calvo Drago

 

 


Ni Queen

ni Pink Floyd

ni Soda Stereo

ni Héroes del Silencio

ni Asia

ni Trent Reznor

ni Blur ni Pearl Jam

podrán llenar el vacío

que tú dejaste,

mi amado hermano.

Sí, lo sé. Los versos anteriores se parecen a una canción de Red Hot Chili Peppers, pero…

Qué más te puedo cantar

si ya nunca me trajiste el nuevo disco de Sinead O’Connor?

Si vos sólo te acostaste

en esa cama ortopédica

con oxígeno y mascarilla

que según yo te iban a hacer revivir

para que me llevaras al concierto de los Rollings Stones, en México D.F.

y ya nunca te levantaste.

Cómo sos de pura lata

solo me dejaste tu recuerdo

la imagen borrosa de tu rostro

una bicicleta con las llantas pinchadas

como veinte discos de Ray Parker, Jr.

e una madre chelosa

que confunde mi nombre con el tuyo

y se echa a llorar.

Qué voy a hacer ahora con tu sleeping

y con tu colección de llaveros.

Una que otra camisa tuya apenas me queda.

Tus pantalones los voy a regalar.

Tu cama, esa sí la voy a usar.

Pero me va a dar pena echarme la paja

porque todos los días veo a tu novia

y me abraza

y se le humedecen los ojos

que nos parecemos mucho, dice.

La verdad es que vos me pegabas

le decías a mi mamá que yo cómo chingaba

y mientras vos salías de todas en caballo blanco

yo salía de la casa

con el mantelito y el uno cincuenta

a comprar el pan

Algún día me las vas a pagar, decía yo.

Pero como que la venganza es el premio

con que el destino te castiga.

 

Pero cuando yo pensaba «morite pisado», así mi mamá me va a querer más a mí, te juro que no sabía que tenías cáncer, que por eso te consentían más que a mí. Yo no sabía. Te lo juro.

Ahora quiero que regresés

porque así sin huecadas yo te quiero mucho

y si no podés regresar

a intimidarme al vecino

que ni a putas aprende a meterse con uno de su tamaño

pues ni modo

yo seré mi hermano mayor

Adiós, hermanote

que te vaya bien allá en el cielo.

Ahí me saludás a John Lennon, a Jim Morrison y a Kurt Cobain.

Decile a Selena que cantaba pura mierda

pero que estaba bien rica

Y si estoy jalando mocos, no vayás a creer que es porque estoy llorando. Yo no lloro porque soy

hombre. Lo que pasa es que me ahogué con uno de los cigarrillos que encontré en tu mesa de noche

y que me estoy fumando a escondidas de mi mamá.

Decile a Elvis

que cómo lo imitan

A Janis Joplin

que sus rolas son bien de a huevo.

Preguntale a Jesús

si en su segunda venida

va a ser el superstar que decía la lica.

Y vos

vos recibí mi cariño

que aunque no me dio tiempo de pedirte un autógrafo

sabé que sos mi ídolo número uno

porque cuando forme mi grupo

cuando los escenarios de Nueva York, Río y Tokio sean míos

cuando David Bowie, Marylin Manson y Soundgarden me abran los conciertos…

 

y oí bien lo que te voy a decir, porque nunca me atreví a hacerlo mientras vivías

 

…cuando sea grande, quiero ser como vos.

 

 

 

© Julio Calvo Drago, 2001. Todos los derechos reservados.

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